“Pollo chinesco”
Bien. Vamos hoy con algo rapidito y lucido que llevo prisa. Y para ajustarse a estas premisas nada mejor que un pollo chinesco, que no lo llamo chino porque como es guiso propio de wok, que es un cacharro que servidor no posee, lo he preparado en sartén común. Sea como sea, el resultado no sólo es comestible sino exquisito. ¿Iba yo a enseñarles cosas malas?
—Veamos. Lo primero será cortar en largas tiras de mediana anchura pimientos verdes, pimientos rojos y zanahoria. También trocearemos en cachos medianos un cebollón. La colorista fragmentación es la que asoma en la fig. 1.
—Acto seguido salteamos todo en poco aceite (oliva virgen extra) y a fuego vivo, porque la misión es que la verdura no se poche y quede más o menos al dente. A los elementos de la fritanga añadimos una latilla de brotes de soja (fig. 2)... Esto ya empieza a tener aspecto oriental, eh.
—Fueraparte cortamos pechuga de pollo también en tiras y mientras las doramos le ponemos pimienta ¡sal no!. (fig. 3. Ojo, aunque parezcan gambas lo de la foto, no son gambas, es pollo) Cuando tomen color la regamos con abundante salsa de soja, que es bastante salada, así que cuidado (fig. 4). Revolvemos con alegría.
—El paso siguiente es verter el pollo ya achinado sobre la verdura, mezclarlo bien, poner otro chorrito de soja y rectificar de sal si procede. Todo con un simpático fuego fuerte de los que aseguran el humazo y la evacuación de la vivienda (fig. 5)
—Y ya está. Para acompañar el pollito, pollazo o pollón, que nada sabíamos de su tamaño en vida salvo por el indicio de sus pechugas, nada mejor que un puñado de arroz hervido que freímos un minuto junto con un diente de ajo picado. Añadimos trozos de jamonyó, salpimentamos y lo espolvoreamos de curry para que tome la color de los hijos del Celeste Imperio. El apetitoso aspecto de tan rápido proceso sobre znôrtiano plato de los domingos, se puede admirar en la imagen final. (De beber, no se me ocurre nada mejor que una cervecita fresquita). Más rápido, imposible, señoras mías.
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2 comentarios:
así parece tan fácil...
jajajaja es verdad que parecen gambas!
Este domingo lo probaremos en el Desván, que la tradición culinaria china, educada entre el amor a lo exótico y la baratura de sus establecimientos, es cosa que gusta mucho por aquí... sacaré el wok y hala a fartarse pollo y arrocito...
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