El Hámster, sin prestar atención al Canario, continuó su carrera sin fin.
—Además eres gris, no sabes cantar y por mucho que la limpien, tu jaula siempre apesta—, dijo el Canario extendiendo sus alas e iniciando un bello gorjeo.
—¿Has visto?— siguió el Canario —Yo alegro la vida de tu Amito con mis trinos y apenas ensucio mi jaula dorada. En cambio tú, si no estás corriendo como un bobo, o comes pipas o duermes hecho una bola.
Fue entonces cuando llegó el Amo (el padre del Amito) y sacando al Hámster de su jaula, lo roció con spray de pintura amarilla para coches. Después atrapó al Canario y lo desplumó en seco quitándole una a una todas las plumas con unas pinzas de filatélico. Con una brochita de maquillaje del Ama (la madre del Amito), pintó el cuerpecillo desnudo con sombra de párpados color gris. Luego puso a cada animal en la jaula contraria.
Cuando el Amo se marchó, el Hámster, con la pintura que chorreaba por su cara permitiéndole apenas abrir los ojillos, dijo al Canario:
—¿Ahora qué, pájaro idiota? Ahora eres tú el que correrá en la rueda mientras yo juego en tu columpio.
—Qué hijoputa eres— respondió el Canario tiritando de frío.
Al segundo día, ambos animales murieron. Uno de asfixia cutánea y el otro de pleuresía.
Moraleja: Evitad la compra de mascotas que posean el don de la palabra.
4 comentarios:
Nos has enseñado una valiosa lección hoy
jajeajajaj sí, porque no dejan dormir la siesta con tanta charla, luego uno se cabrea y hace esas cosas
Parece una intervención en el estrado del Congreso de los diputados. Vamos que veo reflejados hasta en el atuendo a los dos principales contendientes de la farsa...Efectívamente los dos murieron, cada uno de lo suyo.
Muy hermoso, Sap.
Sap este payaso me encantaría que me facilitases su identidad, pues es parte de un ilustre mío, lo podríamos incluir en una nueva expansión de la FAO (tomate el byby con modalidad).
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