jueves, enero 21, 2021

Notas para una posible biografía de Julián de Capadocia, 37

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37

Muy contento se sintió Julián de Capadocia cuando descubrió que el tubo de cartón que había encontrado en el contenedor de papel de su calle, emitía el sonido justo que había estado buscando para sus sesiones de meditación, un largo y grave "¡ooouuuuummmmm!" que se extendía sin fluctuaciones durante toda la espiración. Era lo adecuado, porque el inspirar por la nariz lo llevaba bien, pero espirar por la boca, como indicaban los gurús, no tanto. El mínimo sonido del aire al salir entre los labios, lo distraía, y encima, parecía alterarle la presión sanguínea, subiéndola.

"Meditar no es más que tomar conciencia de la respiración", le decía a la Juaqui, mujer poco amiga de ilusionismos. "Meditar es no hacer nada. Silenciar la conciencia. Hacer que el Yo que me lleva hasta el interior del armario empotrado, se marche, se esfume cuando cierra la puerta". Así es. Como ya hemos anotado en alguna ocasión, el escenario preferido de Julián de Capadocia para meditar es un pequeño armario empotrado que tiene la Juaqui en un dormitorio, porque en su domicilio, el sonido del tubo provoca lastimosas lamentaciones en Zaratustra, su perrazo negro. Allí dentro, en la estrechez de féretro del armario, Julián adopta la posición orante de un musulmán e intenta, hasta conseguirlo, evadirse de ser. En una ocasión, y ya con el tubo de cartón en pleno uso, llegó a prolongar su sesión meditativa más allá de nueve horas. "Es cierto", nos ha confesado la Juaqui, "y puedo asegurar que no se quedó dormido porque no lo escuché roncar ni una sola vez. A mí me encanta saberlo allí encerrado, porque entre otras cosas, me deja ver la tele y enterarme de las cosas de Leticia Sabater o del hijo de la Pantoja. Con ellos, sí que me evado yo de mi yo sin tener que soplar por un tubo".

"Meditar es desaparecer", prosigue Julián, "volver a ese estado en que el hombre aún no tiene Yo, algo que según los sabios, se instala en nosotros para siempre a partir de los tres años. Ser solo respiración. Inspirar y espirar olvidando toda acción. De hecho, meditar no debería ser un verbo, no es un acto". Tras explicar todo esto a la Juaqui, Julián de Capadocia se mete en el ropero con su tubo y a los pocos minutos, ya se escucha desde la salita el hondo "¡ooouuuuummmmm!".
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Notas para una posible biografía de Julián de Capadocia, 36

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Según comenta Julián de Capadocia a los integrantes de la peña deportivo-cultural La Salagartija o a Pascual, el camarero de la misma, la dieta alimenticia ideal para un humano moderno y concienciado, sería un vegetarianismo lactoovíparo e ictiófago, algo que él mismo, no logra llevar a cabo, puesto que las semanas de seguido que lo ha intentado y en los momentos diarios que dedica a la meditación, en vez de haberse recreado con imágenes relajantes, como pueden ser un paseo por la orilla del mar, un cielo azul con nubes de algodón o un riachuelo de agua cantarina que discurre entre rocas, le asalta la visión de un plato tapizado de jamón del bueno bien cortado.

Esta foto-fija lo conturba y entonces, no solo se ve obligado a interrumpir la meditación —que, por cierto, la realiza, no sentado como un monje zen, ni tumbado, sino adoptando una postura parecida a la del musulmán que reza— sino que ha de incorporarse para dirigirse a la despensa a cortar unas rodajas de salchichón, ya que en su hogar hace años que dejó de entrar el jamón en condiciones. "Cuando el pobre come jamón, o está malo el pobre o está malo el jamón", piensa para consolarse.
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miércoles, enero 06, 2021

2020: Resumen del año lector

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LECTURAS de 2020

"Contra todo pronóstico", como solía decir Camarón de la Isla, no ha sido este infausto año 2020 demasiado pródigo en lecturas. Mi situación personal, unida a la pandemia causada por el maldito Bicho y el consecuente confinamiento, más que de ganas de leer, me llenaron de preocupaciones y de una alarmante falta de concentración e interés que persisten hasta el día de hoy. Pese a todo, conseguí echarme a las gafas varias lecturas que no dudo en calificar de sobresalientes y que al final del listado, consignaré en el Cuadro de Honor. De momento, ahí va lo leído este año:

1. “Política” Aristóteles
Un poquito espeso el tratado, aunque con un poco de paciencia y buceando mucho, se encuentran muy valiosas perlas entre sus paginazas.

2. “Stoner” John Williams
Gran novela sobre una admirable existencia gris. De lo mejor del año.

3. “La república” Platón
Aquí tenemos el gran diálogo platónico, contenedor de todas sus célebres analogías, aporías, apotegmas y alegorías. Como dijo con mucha razón Whitehead, la filosofía de occidente no es sino notas a pie de página a los Diálogos.

4. “Muerte en el Nilo” Agatha Christie
Muy mala. Inverosímil. El tiempo la ha estragado.

5. “El infinito en un junco” Irene Vallejo
Ensayo de agradable lectura, pero un poco inflado de páginas y reiteraciones que, me temo, ha sido sobrevalorado en exceso. De todas formas, recomendable hasta para mi prima monja.

6. “La picaresca” Manuel Barrios
Psch. Intrascendente y localista en exceso. Se ha diluido en mi memoria.

7. “Cazando mariposas” VV. AA.
¿Qué era esto, por dios bendito?, ¿una colección de cuentos o qué?

8. “Mercados y mercadillos de Sevilla” Emilio Jiménez Díaz
Interesante, lleno de curiosidades para el nativo que no interesarían seguramente al forastero.

9. “Campo del Moro” Max Aub
Última entrega de la trilogía “La gallina ciega”. En esta ocasión, el gran Max Aub, me hizo sentirme aburrido como un beduino saltando a la comba.

10. “Principios elementales de filosofía” Georges Politzer
Relectura de estos apuntes para la formación teórico-marxista de los currelantes. Muy útil para conocer los principios del materialismo dialéctico.

11. “Lluvia fina” Luis Landero
El peor Landero con que me he topado. Inverosímil también.

12. “La felicidad, desesperadamente” André Comte-Sponville
Relectura de este delicioso ensayo del que es autor uno de los más amenos divulgadores que conozco.

13. “El cocodrilo” Fiodor Dostovieski
Cuentecito que pretende ser humorístico y que no me sacó ni una sonrisa. El humor ruso, caso de que exista tal cosa, no es lo mío.

14. “Al sur de la frontera, al oeste del sol” Haruki Murakami
Carambas, tengo que hacer muchos esfuerzos para recordar algo de lo sucedido en esta novela. Demasiado parecida a otras novelas del japonés.

15. “Vida de Don Quijote y Sancho” Miguel de Unamuno
Un exceso de vehemencia lastra este ensayo a mi juicio. Y es que se pone muy agonías aquí el señor Miguel.

16. “Cuentos andaluces” VV. AA.
Cada vez me resulta más chocante cualquier lectura que vaya acompañada de un lugar de procedencia. Lo he olvidado.

17. “Juan de Mairena” Antonio Machado
Imprescindible para captar el sentido profundo de la poesía de Machado; aquí se encuentran todas las claves de su escepticismo y mesura.

18. “Los dominios del lobo” Javier Marías
Sorprendente ópera prima de un jovencito Marías. Muy buena y brillante novela.

19. “El anticristo” Friederic Nietzsche
Uf. Otro vehemente el Federico. Libro religioso contra la religión.

20. “El incongruente” Ramón Gómez de la Serna
Divertido hasta la página 20. Luego, todo consiste en una reiteración.

21. “Invitación a la filosofía” André Comte-Sponville
Muy agradable ensayo y muy incitador a adentrarse en lo que casi todos intuimos y necesitamos que voces autorizadas confirmen.

22. “Diarios (1984-1989)” Sándor Márai
Devastadores. Se sale muy dolorido de esta lectura, muy lleno de tristeza; pero son maravillosos.

23. “Los límites de la conciencia” Ernst Pöppel
Relectura de un ensayo sobre el tiempo y el lenguaje, o sea, sobre lo que somos: trozos de carne habitados de conciencia, tiempo y lenguaje.

24. “A corazón abierto” Elvira Lindo
Me produjo esta lectura un exceso de pudor ajeno; incluso llegó a incomodarme.

25. “Impromptus” André Comte-Sponville
Un poquito cargante se puso aquí don Andrés, la verdad. Me interesó poco.

26. “A propósito de nada” Woody Allen
Expiación y justificación entre amargo humor y un puñado de anécdotas divertidas por parte del maestro de Brooklyn.

27. “Robinson Crusoe” Daniel Defoe
Todos creemos conocer esta novela hasta que la leemos de verdad. El tema de la isla es solo una parte y no la mayor. El resto, prescindible.

28. “El cuerpo humano” Bill Bryson
Chispeante divulgación alrededor de nuestro contenedor, el cuerpo que hospeda a la animula, vagula, blandula, que dijo el de las barbas. Bill Bryson nunca defrauda.

29. “Los Buddenbrook” Thomas Mann
¡Has salido El Gordo, señores! Exitoso 8Mil de este año, novelón magnífico. Obra maestra.

30. “Donde se guardan los libros” Jesús Marchamalo
Recorrido por las bibliotecas personales de diversos autores españoles contemporáneos. Curioso, ameno y olvidable.

31. “Un hijo de nuestro tiempo” Odön van Horváth
Individuos anónimos que luego formaron la generación que integró el nazismo. Psch, para echar el rato.

32. “Gente normal” Sally Rooney
Otro psch para echar el rato. Amoríos entre gente joven.

33. “Ecce homo” Friederic Nietzsche
Me costó esfuerzo terminarlo. Nietzsche puede ser la sardina que cada uno arrima a su ascua.

34. “Lo prohibido” Benito Pérez Galdós
Relectura de un novelón de calidad para celebrar el centenario de la muerte del Garbancero. ¡Qué gran serie de televisión saldría de aquí!

35. “Mi Ibiza privada” Antonio Escohotado
Curiosas y agradables memorias de este señorito de pasado jipi vuelto al redil de papá.

36. “El pintor” David Garrucho.
Novela autopublicada de un joven autor que adolece de lo propio: querer contarlo todo y querer hacerlo “escribiendo bien”.

37. “La vida interior de las plantas de interior” Patricio Pron
Recuerdo que me gustó mucho, pero no recuerdo el porqué, porque se me ha olvidado.

38. “Desfile de ciervos” Manuel Vicent
Retratos cáusticos salidos de la siempre cáustica pluma de Vicent. Divertido.

39. “El silencio de la escritura” Emilio Lledó
Espesito, espesito. Don Emilio parece necesitar tropecientas mil palabras para contar lo que podría decirse con cien.

40. “Diarios (2004-2007)” Iñaki Uriarte
Relectura de trozos de vida de este bon vivant profesional. Divertido también.

41. “Mitologías” Manuel Vicent
Más de Vicent. O sea, bien.

42. “Doktor Faustus” Thomas Mann (EN ACTIVO)
Aquí ando atascado, a la altura del 25%. Música y satanismo tratados con una profundidad que ya no se lleva.


Por lo tanto, y atendiendo a esta “Lista de lecturas, edición Maldito 2020”, tenemos que:

OBRAS PREMIADAS CON EL BASTÓN DE SAN NICOLÁS CON CINTAS VERDES 2020:
(no se cuentan las relecturas)

Mejor novela en español: “Los dominios del lobo” de Javier Marías.

Mejor obra de no ficción en español: “El infinito en un junco” de Irene Vallejo.

(Premio Especial Inclasificable a "Juan de Mairena" de Antonio Machado).

Mejor novela en lengua no española: "Los Buddenbrook" de Thomas Mann, (accesit para “Stoner” de John Williams).

Mejor obra de no ficción en lengua no española: “Diarios (1984-1989)" Sándor Márai.

¡Enhorabuena a los galardonados! (en el Teatro Nacional de Barogar donde se celebra el acto, se ha dispuesto el sonido de aplausos enlatados dada la prohibición de asistencia de público a causa de la pandemia de Covid-19. También se escuchan gritos pregrabados de "¡Bravo!" e incluso se ha dispuesto una máquina multibrazos que lanza claveles al escenario. En todo caso, los dos premiados españoles, por medio de una videoconferencia, se muestran emocionadísimos y hasta Irene Vallejo ha soltado alguna lagrimilla. Los galardones correspondientes a Thomas Mann, John Williams, Antonio Machado y Sándor Márai, los recogen sus respectivos fantasmas. Total, el virus ya no les afecta).
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viernes, enero 01, 2021

Notas para una posible biografía de Julián de Capadocia, 35

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Desde que tiene conciencia consciente de ser, Julián de Capadocia no recuerda ni un solo 31 de diciembre que no sea presa de una profunda congoja; una desazón que va en aumento conforme se acerca el instante de las campanadas y las uvas, una tradición a la que permanece fiel a pesar de lo racionalmente insostenible que le resulta; pero, ¿no es acaso lo irracional el cimiento de toda tradición? En cualquier caso, la congoja que siente Julián, que es complementaria a la que experimenta cuando media hora antes decide salir al balcón y mirar al cielo y recibir su respuesta de soledad cósmica, no es óbice, obstáculo, valladar ni cortapisa, para sentir al mismo tiempo un deseo (¡él, a quien tan absurdo parece el concepto de deseo!) de felicidad y fraternidad humanas para el año venidero.
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