Aunque no parezca corresponder a su iconografía tradicional, el robusto caballero de la izquierda es Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, el cultivador de una de las líricas más sensibles e influyentes de la literatura española. Lo acompaña a la derecha Dionisio Rodríguez Martín, alias El Dioni, sujeto que en 1989, tras atracar el propio furgón de seguridad que conducía, cobró fama por las peripecias a que dio pie su reprobable acción. Vuelto a España, paseó su figura por todas las televisiones siendo celebrado incluso por gente de orden. La vida nocturna y disipada lo han convertido, tal vez, en un ser desgraciado.
Mas un punto los une, los convierte en otra pieza del inabarcable puzzle. Y es que ambos eran bizcos. Padecía el caco un estrabismo horizontal del que fue operado con discutible éxito, mientras que la del excelso poeta era una extraña bizquera vertical producto quizá de una latente sífilis.
5 comentarios:
Por favor, siga deleitándonos con su ingenio, amigo SAP, en esta extraordinaria sección consagrada a las más chuscas vidas paralelas. Me divierto mucho.
Me encanta esto de los puzzles, joder, ME ENCANTA
Entre las abueladas y los puzzles, se va uno a la cama con la sensación de no haber perdido el día.
Sin embargo parece por lo que se dice que donde ponía el ojo ponía la bala, el caco. ¿El puzle lo vas a producir físicamente? Tendría exito seguro.
Gracias por estos ratos, Sap
Esta serie de puzzles, que espero continúe mientras a usted le dé la gana, es fabulosa... Tantos años de ir a Galicia, tanto rollo con Rosalía, y ni una miserable emnción a su marido... Aquí me he tenido que enterar de que era enano... ¿Será por eso que todos corren sobre él un tupido velo?
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