Que la
necesidad agudiza el ingenio es cosa sabida desde antiguo. Así que ya sea por la
gimnasia cerebral que conlleva, deberíamos estar reconocidos a esta crisis que
atenaza a timoratos y pusilánimes. Gracias a ella, las calles de nuestros
pueblos y ciudades se ven inundadas a diario por cientos (¡miles!) de carteles
que desde los muros ofrecen al viandante toda clase de soluciones imaginativas,
inauditas, salidas de los cerebelos más ejercitados.
La
fotografía que hoy traemos a estas páginas, tomada hace escasos días en una
concurrida arteria de esta urbe por el que esto escribe, es prototipo claro de
cuanto decimos. En el ejemplo, un admirable emprendedor cree encontrar en la
venta de aves canoras una salida a la compleja situación económica en que se halla.
Para ello no ahorra en mostrar las ventajas que tal transacción puede reportar
al interesado, desde un sano entretenimiento, un original obsequio o la ayuda
para mitigar una situación de triste soledad.
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No deje de visitar otras entradas de la serie "Crisis, what crisis?":
- Bailando.
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1 comentario:
Gracias por arrancarme una sonrisa en este lunes. Una de las cosas que creo sacar en claro en estos tiempos es que todo, abolutamente todo, es vendible. Al final se trata, como bien dices, de aguzar el ingenio y meter la venta como sea en el ojo ajeno.
¿Vender qué? Eso da igual. Tu vende.
Un saludo
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