Con
motivo de un obsequio, llegó a mis manos esta etiqueta que a pesar de su rótulo
—“Bisutería Lavanda”— nada tiene que ver con la industria de los abalorios, puesto
que campeaba sobre un par de calcetines de fabricación nacional.
Lo
llamativo, dejando aparte el adorno con motivos setenteros de una periclitada
psicodelia, es sin duda la efigie del varón que el publicista eligió por
considerarla adecuada a la promoción del producto. No hace falta examinar
durante mucho tiempo la apariencia del muchacho, para darse cuenta que lo que
pretendía el creativo era relacionar sus calcetines con aquellos otros que
dieron en llamarse “modelo ejecutivo”; pero siendo el presupuesto dedicado a la
publicidad de tan corto montante, resultó inasequible contar con el trabajo de
un profesional, o al menos de un sujeto que diera la imagen de dinamismo, autoridad y
decisión necesarias para montar el paripé de unos falsos “ejecutivos”.
Fue así
que el departamento publicitario debió echar mano de Regino Morales Patón,
novio de Pilarín Lavanda, hija del propietario de “Bisutería Lavanda”, estudiante de
Empresariales, seriecito, formal, romántico, activísimo miembro del Grupo Juvenil de su parroquia y aficionado a la papiroflexia; un muchacho con todas las cualidades para labrarse un porvenir y en suma, el yerno
ideal que toda suegra quisiera para sí.
Regino Morales Patón, que contaba con traje
pero no con la corbata apropiada (y que fue facilitada por los almacenes de “Bisutería
Lavanda”), sólo tuvo que limpiarse los cristales de las gafas con una bayetita
y darse ración doble de fijador Patrico para quedar lo exigiblemente niquelado
que requería la sesión fotográfica. Desde luego, el buen muchacho, más que
ejecutivo parece el prioste de alguna Cofradía de Semana Santa al que el olor a
incienso debe bajarle por los perniles del pantalón. Un muchacho antigüito de los
que extienden el pañuelo sobre el banco del parque antes de sentarse y regalan
a la novia por su cumpleaños, estuches de caramelos de violeta.
Será
por todo ello que cuando uno se enfunda en los pies los calcetines “Bisutería
Lavanda”, se siente transportado al fabuloso mundo de las fotonovelas. ¿Han probado a
solicitar su par poniéndose en contacto con la dirección que aparece en la
etiqueta?
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22 comentarios:
Jajaja, que bueno.
¿Quien le iba a decir a este muchacho que algun día sería modelo de publicidad?
Vaya carita... de Friky!!!
Pero, Sap, esa etiqueta... ¿es de este siglo?
En cualquier caso, el muchacho tiene toda la pinta de ser un empollón del SanJo (Colegio San José, de los jesuitas, daquí, de mi pueblo, con cuyos alumnos hacíamos amistad, tradicionalmente, las niñas de mi cole), de esos que iban a "Cesta y puntos".
Abrazo, saleroso.
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No te rías, Evita, que puede que cualquier día de estos, alguna de tus hijas se presente en casa llevando del brazo una joya como Regino.
:-)
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¡Vichooof! Hace poco recordábamos a aquellos adolescentes un poco bigotudos y con gafas de cura que iban a "Cesta y puntos" donde con firme mano, Daniel Vindel los sometía a preguntazos.
Oye, esos muyayos serían, como su segmento histórico, feos de cojones; pero tenían un nivel académico envidiable der to.
:-)
Cada día te veo más galdosiano, paisa, y sobre todo, mejorando, si ello fuese posible en su arte de scriptor. :-))
Huy, se me olvidaba: desde mañana hasta el domingo estaré en nuestra ciudad de la Giralda (sin Azu, desgraciadamente). ;-))
El O'Fla de siempre te manda un abrazo.
Tres apreciaciones:
1- Ese muchacho, Regino, no puede ser aficionado a la papiroflexia. Es imposible que sus blandas manos tengan la destreza necesaria.
2- ¿Tiene usted algo en contra de los caramelos de violeta? A mí me gustan y me los traigo de Madrid. Ahora mismo tengo una latita redonda, blanca, con unas estampaciones de violetas que son una monada.
3- En la etiqueta aparecen los números 43-46. ¿Se trata de la talla de los calcetines? Un poco grandes me parecen.
Ji, ji, ji.
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¡Hombre, estimado Oflá, toma posesión de esta humilde casa que ya es la tuya!
No se hable más. Hacemos por vernos y lo celebramos bebiendo unas infusiones, ¿te parece?
:-)
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Estimada Ángela:
Son ya varios los cáusticos comentarios que me han llegado en torno a la talla de los calcetines. Te aclaro que el regalito no iba a mí dirigido sino a mi hijo mayor, que ni es lo que se dice un Pau Gasol, ni tampoco calza un 43 ni por asomo. Así que culparemos del desaguisado a los delirantes tallajes de los chinos.
Mis caramelos de violeta preferidos los venden en la confitería Filella, local minúsculo pero de mucha tradición. En cuanto a la papiroflexia, concedamos que Regino es aún un principiante y aún no pasa de la pajarita y del pingüino.
:-)
¿Seguro que son calcetines y no cilicios tobilleros? (Por que el tal Regino tiene una cara de seminarista que sólo disfrazándose de drag queen podría disimularla un poco).
Un detalle que te ha hecho falta en la biografía: Regino llegará intacto y puro al matrimonio.
Oh, ¿caramelos de violetas? No sabía que existían (mañana mismo -bueno, ya hoy-) iré a buscarlo a mi tienda de caramelos.
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Los caramelos de violeta están deliciosos, BeKá. Deslíes uno en la boca y de inmediato te sientes como si rodaras una película con Carmen Sevilla siendo tú Luis Mariano...
Violeeetaaa de Espaaaañaaaaa
Tú en tierra extraaañaaaa.
Me comentan que en Madrid, en el Madrid más castizo, aún se fabrican los antecedentes de estos caramelos, o sea, verdaderas flores de violeta escarchadas, ¿no es una maravilla?
:-)
Efectivamente, amigo Sap, en Madrid, en la Plaza de Canalejas, la también minúscula tienda La Violeta y, por lo que veo, ahora también online, hacen las violetas escarchadas. He aquí el enlace
http://www.lavioletaonline.es/epages/eb9735.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/eb9735/Categories
Es en esa tienda donde yo me abastezco cuando voy a Madrid.
Gracias por poner el enlace, Ángela. Esta mañana tenía que hacer unas compras por el centro y aproveché para buscar vuestros famosos caramelos de violeta pero... nada, ni tenían idea de qué era eso (en una de las tiendas a las que fui, me ofrecieron caramelos de mora. Supongo que por eso de tener igual el color).
He conocido ramamelos de malvavisco, que vendía en Bilbao, una especie del tamaño de adoquines, que creo de zaragoza y me suenan de la Vda. de Solano, de Logroño, pero, ¡coño!, no tenía idea de eso caramelos de violeta. Es cierto que cada día se aprende algo nuevo.
Lo de los calcetites talla 43-46, pueden resultar muy practicos en este tiempo frio: Los estiras un poquito y abrigan hasta las ingles, algo parecido a aquellos antiguos calzoncillos largos, conocidos popularmente como de "acción catolica".
Mil jaes, o como se diga.
Geniosap.
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Así es, Sr. Carrasco; los calcetines de talla 46 acostumbro a coserlos un poco por la parte de arriba para usarlos como semi-leotardos.
:-)
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Gracias por tu visita, Javier. Celebro que te haya gustado la merienda.
:-)
Lo que pueden dar de si unos calcetines...
Yo me estoy imaginando al de la foto solo vestido por arriba, y luego en calzoncillos slips y con calcetines de tenis.
Yo no conozco tampoco esos caramelos, pero esos de los que habla el señor Carrasco no se me olvidan, aquellos ladrillos, el papel con un dibujito de la Virgen del Pilar, con unos de ellos casi me muero,en un taxi en Sevilla, en un frenazo se me atravesó la pieza y me hizo soltar muchos lagrimas amargas.
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En efecto, Sra. Consuelo, los caramelos a los que te refieres se llamaban "El Maño" y en su envoltura venía impreso un chiste.
Otros famosos caramelos ladrillescos eran los de Almendralejo.
:-)
Vaya cara tiene Regino, aquí en Aranjuez hay un bar con ese nombre, pero nada que ver con esa apariencia.
El estampado de la etiqueta me recuerda un vestido que yo tuve en mis años de "moza".
Conozco todos esos caramelos,los de violeta alguna vez,los he comprado en la Mallorquina en Sol ¡hace 100 años!
besos
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¡Caracoles, mi prima Charo la de Aranjuez de visita por mi casa virtual, qué alegría! Aquella muchacha jipilona que un poco más y se nos ajoga en la playa.
:-)
¡Vaya ese episodio,le tenia yo apartado en el disco duro! .El caso era dar la nota.ten en cuenta que era mi primera visita a la playa,lastima que entonces no estaban de moda los
paparazzi. ha pasado una eternidad.
Ja Ja Ja quien iba a pensarlo, Gracias por compartirlo.
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