La presente boligrafía, suma al misterio inherente al género el tener un origen bien documentado pues ha surgido hace apenas unos minutos durante conversación telefónica mantenida con un individuo que decía llamarse J. M. Ramírez, sujeto que ruega le facilite un CD con copias de una serie de apartamentos que debe registrar en el Catastro Municipal. Tan engorroso contratiempo no explica ese amanecer protagonizado por un ¿sonriente? sol.
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1 comentario:
Hola Manolo, soy Rocío, ya veo que estás a la última como las nuevas tecnologías, en facebook hemos encontrado el blogs, y ya ves que tienes un seguidor más. Saludos
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