jueves, abril 21, 2011

Sin luna de Parasceve

.
Tres jueves hay en el año
que relucen más que el sol
Jueves Santo, Corpus Christi
y el día de la Ascensión.

Para K. Whitmore

Hoy tocaba entregarse a la vieja dama fulana que arruga el ceño y mira por encima del hombro a todo aquel que no se presente ante ella llevando en la mano la onza de oro que debería ser el sol de esta tarde; lo que no exigía antes, cuando su habitación de lupanar era una nueva Babilonia, una moderna Nínive, y se metía en la cama con cualquiera que le dijera dos tonterías al oído para practicar las artes amatorias que aún no ha olvidado a pesar de que hace siglos el rímel con que se pintarrajea se le corre en los ojos y el carmín penetra por las grietas que circundan sus labios de antigua, arruinada y sabia puta que todo lo tuvo, pero cuya carne ajada por todas las manos del mundo sigue siendo tan fragante en abril como para que de rodillas le siga rogando, porque llevo mi onza de oro de sol, que se baje aquí mismo las bragas.

37 23'23.05"N
5 59'13.23"O
.

1 comentario:

K. Whitmore dijo...

Vengo de disfrutar "El primo Pepito" pero me quedo con esta prosa poética suya, tan condensada, tan arrebatada.
(Ya sabes que con la admiración me sale el usted ;)