lunes, mayo 03, 2010
Pieza de Puzzle nº 9/1.000
En esta ocasión, la pieza de puzzle está conformada, de un lado, por Antoine de Saint-Exupéry, aviador y escritor francés, autor de una de las más celebradas simplezas de la historia universal de la literatura y cuyo título produce tanta grima que resulta imposible transcribirlo aquí.
En el otro lado aparece el rostro de Juan Tamariz, afamado prestidigitador al que se considera maestro de maestros en su oficio de escamotear naipes ante las mismas narices de los crédulos. El despliegue de humor con que acompaña sus actuaciones fue ingrediente fundamental para catapultarlo a la fama.
Un punto, al menos, los une. Las esposas de ambos caballeros eran/son de origen latinoamericano —salvadoreña la una, colombiana la otra— y las dos llamadas de la misma forma: Consuelo. ¿No es para asombrar a cualquiera?
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3 comentarios:
Pues sí, Consuelo es un nombre muy normal para ser sudamericanas.
A mi, Sap, sí me gusta El Principito. También me gusta mucho Tamariz y en ambos se da una circunstancia semejante y es que que podemos confundir sencillez con simplicidad. Y que los dos tiene un punto de gravedad o de tristeza que les da, tal vez, la hondura de su misterio.
Al menos Tamariz hubiera hecho desaparecer a la pesada de la rosa tras el biombo.
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