LA BALSA DE PIEDRA
En la
primavera de 2068, y dentro de los actos de celebración con que la reina Leonor
I y su esposo, el Gran Mandarín Wang Zou pusieron fin al proceso reunificador ibérico
auspiciado por el Gobierno del Celeste Imperio, se reeditó un antiguo éxito
discográfico que alcanzó los primeros puestos en todas las listas de ventas,
algo impensable en los malhadados años en los que la Humanidad fue víctima de
la ponzoña de Internet.
Claro
que para la ocasión hubo de adaptar la portada original a la nueva realidad,
siendo así que aquella aberración que se llamó Europa hubo de desaparecer del diseño.
Como se
puede observar en la ilustración, sobre la geografía que hollan los mocasines
del Gran Manolo, artista que gozó de amplia fama un siglo antes, las
fronteras se han eliminado. Portugal y España forman ya de manera definitiva una
unidad llamada “¡Viva España!” bajo el sonriente sol que la alumbra. Por
fortuna, la frialdad del diagrama original se animó para la ocasión con una
pareja de andaluces danzantes y una plaza de toros situada en el corazón de
Cataluña, lugar donde la tauromaquia resurgió con fuerza suficiente como para
convertirse en razón identitaria.
A
partir de la fecha, el disco, que logró vender más de 200 millones de
ejemplares, animó los guateques, boîtes y bailes de salones parroquiales a lo
largo y ancho del orbe, llegando a convertirse en himno oficioso de nuestro Nuevo
Orden y regocijo sin fin para los turistas que nunca dejaron de visitar
nuestras costas incomparables.
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Podrá encontrar más "Maravillas del Mundo" en este mismo blog utilizando el buscador que ponemos a su disposición en la esquina superior izquierda de la pantalla. No deje de ilustrarse sobre el futuro que nos llega.
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4 comentarios:
Yo que usted enlazaría este post en casa de antoniomm para que más de uno (y una) supiera diferenciar entre lo que es un nacionalista español y un iberista convencido.
:-)
Estimado Sap, magnífico ejercicio de imaginación e ironía.
Está muy bién pero a mi ya me entristece cuando hablan, no ya del 2068, sino de dónde se celebrarán los próximos JJOO, o de cuando se inaugurará la siguiente línea de metro en Sevilla. ¡Dónde cojones estaré yo entonces!
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Lo que me gustaría saber es qué pensaron los vecinos portugueses de la portada de este disco allá por 1973. Mosqueante sí que debió parecerles.
Gracias, Nicolás.
:-)
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Todos estamos sujetos a las veleidades y los caprichos de la Pelona, Sr. Carrasco. Hoy aquí y mañana aquí y dentro de cien años todos calvos.
:-)
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