lunes, enero 18, 2010

Placeres Mundanos

Posee cierta enjundia literaria este comistrajo, pues tiene su origen en la novela “Quinteto de Buenos Aires”, de la serie del detective Carvalho, de Vázquez Montalbán. En una pasaje conversacional de la misma, se hace referencia a la receta argentina de los Niños envueltos y a la similar Farcellets de col catalana. Si a ellas unimos, las también parecidas, Wirsingrouladen y Krautwickel alemanas, la síntesis de todo ello junto con la particular fantasía de éste vuestro chef que tanto os quiere, da como resultado estos “Envueltos de wirsinkraut a la farcellet” o lo que es lo mismo y para resumir, estos rollitos de col que por ser de mediano tamaño podemos bautizar como:

Rollazos de repollo

La base de este papeo es sencilla, se trata de rellenar hojas de col de un picadillo, cocerlas, hornearlas y servirlas con una salsa. El proceso es tal el que sigue:


—Preparamos una masa compuesta de carne picada de ternera y cerdo, una salchicha fresca, cebolla, puerro, ajo y perejil. Salpimentamos. (Fig. 1)
—Se escaldan las hojas de col durante 1 minuto. Hacemos porciones de la pasta en forma de croqueta y las envolvemos en las hojas (Fig. 2) Nos ayudamos de palillos de dientes para que no se abran al cocerlas.
—Las ponemos a cocer en una olla cubiertas de caldo de carne durante 45 minutos a fuego bajo (Fig. 3)
—Una vez cocidas las disponemos sobre papel absorbente y las colocamos en una fuente de horno. En el horno estarán 15 minutos a 210 grados aprox. (Fig. 4)

Para la salsa de tomate:
—Sofreímos pimiento verde, pimiento morrón, cebolla, cebolleta y zanahoria (Fig. 5)
—Añadimos tomate natural triturado. Salpimentamos y añadimos unas pulgaradas de azúcar. Ponemos una hoja de laurel en el mejunje. Para que la salsa salga como tiene que salir hay que invertir 1 hora mínimo (Fig. 6)
—Pasamos todo por la batidora (menos la hoja de laurel, señora.)

El resultado final de todo el proceso es éste, o sea, hartarse de trabajar para luego comerte el resultado en cinco minutos e incluso menos. Qué mierda.


4 comentarios:

Fleischman dijo...

¡Tiene una pinta estupenda! Y yo cenando una taza de poleo... gurglrgurgle

MJ dijo...

Eso dice siempre mi madre, hay que ver lo trabajoso que es cocinar y lo poco que se luce. Yo siempre que puedo le digo a mi madre lo bueno que está el puchero o las patatas a la riojana y le recuerdo que su trabajo no se va por el retrete, que me guardo la parte más importante en el corazón y los michelines.

GatoFénix dijo...

Excelente receta, Sap. Cuando quieras ponemos una csa de comidas.
Este plato me lo hizo mi amigo Ramzi, que es de nacionalidad kurda, con la variante que te cito a continuación: la carne picada era de cordero (pierna deshuesada y preparada al efecto) y dentro del envoltorio llevaba arroz junto a la carne. El cocimiento se hizo con el caldo obtenido con el hueso de la pierna del cordero y un poco de gallina (pero esto era si había, me dijo)
Al tomate frito y todo lo demás que comentas habia añadido una pizca de granos de cominos y otra de cilantro, machacados en el morttero y que se añadían cuando casi esaba hecho el tomate. Se dejaban reposar para que no quemaran y se comía con la mano. La bebida que acompañaba esto era un té rojo con una hoja de albahaca.

albertiyele dijo...

Pues perfectisimamente. Vos no les creas ni a los catalanes, ni a los alemanes ni a los kurdos ni a nadie. Vos haceme caso a mí: esos son niños envueltos de los de toda la vida, como que hay Dios. Y ni se te vaya a ocurrir ponerle comino (puaaaaajjjjjj) a la salsita. Un poco de orégano, en cambio, le daría un aire... ¿cómo te diría? más de salsa de madre argentina. :-))))