miércoles, diciembre 30, 2009

2009. Resumen del año lector.


A ver quién tiene repes...

1. “MASARU EN EL OLIVAR” Juan Eslava Galán
2. “EN BUSCA DE UNA PATRIA” Penelope Lively
3. “EL VIAJE DEL ELEFANTE” José Saramago
4. “REY LOBO” Juan Eslava Galán
5. “LA VIDA NO VALE NADA” vv. aa.
6. (*)“LUCES DE BOHEMIA” Valle-Inclán
7. “LA CUARENTENA” J. M. G. Le Clézio
8. “LA VELOCIDAD DE LA LUZ” Javier Cercas
9. “LO QUE SÉ DE LOS VAMPIROS” Francisco Casavella
10. “OTRA VEZ DOMINGO” Francisco García Pavón
11. “ESTUDIO EN ESCARLATA” Arthur Conan Doyle
12. “DESPIERTA Y LEE” Fernando Savater
13. “COMETAS EN EL CIELO” Khaled Hosseini
14. “SEVILLA INSÓLITA” Francisco Morales Padrón
15. “GERMINAL” Emile Zola
16. “¿Y CÓMO ERAN LAS LIGAS DE MADAME BOVARY?” Fco. Umbral
17. “LA AMANTE DE BOLZANO” Sándor Márai
18. “LA INFANCIA RECUPERADA” Fernando Savater
19. “EL LECTOR” Bernhard Schlink
20. “CUENTOS FANTÁSTICOS” E. T. A. Hoffmann
21. “DIVERTIMENTO 1889” Guido Morselli
22. “FANTASÍA, 1” vv. aa.
23. “GOMORRA” Roberto Saviano
24. “LA CIENCIA DE LEONARDO” Fritjof Capra
25. “FABULOSAS NARRACIONES POR HISTORIAS” Antonio Orejudo
26. (*)“ERAN LOS DÍAS LARGOS” José Asenjo Sedano
27. “VENGA A NOSOTROS TU REINO” Javier Reverte
28. “SÓLO UN MUERTO MÁS” Ramiro Pinilla
29. “EL CATOLICISMO EXPLICADO A LAS OVEJAS” Juan Eslava Galán
30. “CARTA A MI MUJER” Francisco Umbral
31. “EL SOCIALISTA SENTIMENTAL” Francisco Umbral
32. “EL ASESINO DE LA CARRETERA” James Ellroy
33. “LA NAVE DE LOS LOCOS” Pío Baroja
34. “LA HERMANA” Sándor Márai
35. “ESTO, LO OTRO Y LO DE MÁS ALLÁ” Julio Camba
36. “INSTIT. Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DE LOS AUSTRIAS” A. D. Ortíz
37. “SÓLO SE MUEREN LOS TONTOS” Álvaro de Laiglesia
38. “ÁCIDO SULFÚRICO” Amélie Nothom
39. “VIAJE EN AUTOBÚS” Josep Pla
40. “UN ARMARIO LLENO DE SOMBRA” Antonio Gamoneda
41. “EL TIEMPO DE LOS TRENES” Fernando Fernán-Gómez
42. “LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES” Stieg Larsson
43. “LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS” Paolo Giordano
44. “SI ESTO ES UN HOMBRE” Primo Levi
45. “LOS REBELDES” Sándor Márai
46. “GENTE DEL 98 – ARTE, CINE Y AMETRALLADORA” Ricardo Baroja
47. “EL JARDÍN DE LAS DELICIAS” Francisco Ayala
48. “LA DUDOSA LUZ DEL DÍA” Fernando Arrabal
49. “HISTORIA DE MACACOS” Francisco Ayala
50. (*)“HISTORIA DE UN RECLUTA DE 1813” Erckmann-Chatrian
51. “VIAJES CON CHARLEY (EN BUSCA DE EE. UU.)” John Steinbeck
52. “A MERCED DEL VIENTO” Patricia Highsmith
53. “LA TREGUA” Primo Levi
54. “UNA PARTIDA DE AJEDREZ” Stefan Zweig
55. “LAS CIUDADES INVISIBLES” Italo Calvino
56. “SABER PERDER” David Trueba

(*) Relectura

lunes, diciembre 28, 2009

Maravillas del Mundo, 5


"Variaciones en la dieta"

Consignadas ya aquellas hambrunas que a partir de 2086 asolaron todos los Sectores Ibéricos y que llevaron a la población a devorar sus mascotas, incluidos perros, hámsters y periquitos (véase Maravillas del Mundo, 3 del pasado mes de julio), abundaremos en un elemento que ayudó a paliar los sufrimientos de la privación haciendo la dieta un poco más abundante y variada. Aludimos al champiñón.

En efecto, en cuanto algunos avispados apreciaron la facilidad del cultivo de este hongo y lo comercializaron junto con los accesorios para tal industria, el éxito fue instantáneo. Se desató entonces una verdadera fiebre por su cría y para ello se habilitaron todos los espacios imaginables. En los domicilios particulares hasta los bajos de las camas fueron desalojados de cajas de zapatos, arcones con mantas y aparatos de hacer gimnasia para ubicar bandejas con tierra vegetal y aprovechar así tan beneficiosa oscuridad. También fue muy apreciada la humedad de los cuartos de baño, por lo que hasta los más inaccesibles rincones, tal esa terra incognita y molestísima que hay detrás del wc o del bidé, se ataluzó de humus donde en pocos días y sin cuidados aparentes, afloraban los ejemplares de champiñón en tan silencioso como delicioso burbujeo.

Con todo ello podía la necesidad perentoria de variar la dieta, por lo que fue tanta la afición despertada, que los propietarios de apartamentos en la playa y de adosados en la sierra no dudaron en permutar sus inmuebles por lúgubres sótanos que chorreaban humedad pero que producían quintales de hongos a velocidad pasmosa. Fue así que en el apogeo de esta fiebre micológica y por poner un solo ejemplo, al señor Rufino Yang, vecino de Nova Gades 27, le hizo multimillonario la venta de tres plazas de garaje que poseía en el subterráneo más hediondo de su ciudad, cada una de las cuales llegó a reportar diez kuadrakas diarias del mejor champiñón.

Pero como todo, al éxito fulgurante sucedió una decadencia tan sombría como la propia naturaleza del hongo. Tras el par de años en que el champiñón se constituyó en única guarnición para la carne de perro y las carpas de las charcas, cuando no en alimento exclusivo de los más desfavorecidos, el gobierno de Armenia Norte y hasta el mismo emperador de Río de la Plata, inundaron nuestro Sector a partir de febrero de 2088 del artículo que finalmente dio al traste con los champiñones. Nos referimos (lo recordarán todos) al luego despreciado cangrejo de río.

miércoles, diciembre 23, 2009

"Los rebeldes" Sándor Márai


En momentos reseñeantes como éste, en que me entra al copo una novela de Sándor Márai de tan especiales características, me gustaría convertirme en el amigo Coppelius (*) y redactar una reseña tal como esta obra merece (y necesita de sus conocimientos). Ante la imposibilidad del caso opto por servirla a pildorazos, técnica que posee para todos la ventaja de ser ligera de leer y, más todavía para servidor, de redactar.

—"Los rebeldes". Novela de 1930, remozada en 1988. Un año antes de su suicidio. El autor consideraba su obra magna los volúmenes dedicados a la dinastía de los Garren: "Los rebeldes", "Los celosos", "Los ofendidos".

—Un grupo de amigos, señoritos casi todos de la haute bourgeoisie de una ciudad húngara, acaban el bachillerato. Son Ábel, Béla, Tibor, Ernö, Lajos. En cuestión de semanas serán llamados a filas. En Europa se desarrolla la Gran Guerra. Incluiré como Berlanga, las palabras: Imperio austrohúngaro.

—Hay la descripción de un mundo oscuro, sucio, depravado, soterrada en toda la narración. Es el "mundo exterior" que han fabricado los adultos, sus odiados enemigos, sus mezquinos y falsos enemigos. En su círculo sólo dejarán entrar a un adulto, al decadente actor Amadé Volpay. (Mal hecho, muchachos.)

—La pronta pérdida que se les avecina del paraíso infantil, de la edad de la inocencia, los impulsa a seguir jugando. A acumular objetos inútiles en el almacén de una posada, a aprender de memoria párrafos en sueco, a encargar ropa estrafalaria: fracs de lona forrados de raso amarillo, por ejemplo. "Perseguir el fin en sí mismo" es la diversión.

—Juegos literarios. Escribir historias que empiecen forzosamente con la frase: "Esta tarde, cuando pasaba por delante del teatro, me encontré con un cardenal." Improvisan escenas teatrales que pueden llegar al paroxismo. Fuman, beben, roban, empeñan, frecuentan los cafés, son diletantes, pero a pesar de todo, temerosos del sexo. La presencia femenina en la novela es mínima.

—Ante la ausencia de padres, tíos y hermanos mayores, realizan su propio aprendizaje de la vida, libres del control familiar. Luego aparece el actor citado, el que precipitará fatalmente los acontecimientos. Las escenas en el teatro son sobrecogedoras, la guerra, en cambio, es un fragor muy lejano.

—Otro mundo aparte, sensato, es el de las mujeres: "Los hombres hacen la guerra para desertar del hogar y liberarse de las obligaciones y la necesidad de ganarse el pan."

—La sombra de Kafka la creo detectar en todo lo leído hasta ahora de Márai. Aquí el actor, el prestamista Havas, el gran personaje. Visualmente parece cine expresionista de Murnau. El Orson Welles que llevó al cine "El proceso" hubiera hecho una buena adaptación.

—Márai va entregando información al lector poco a poco, como si fuera soltando hilo a una cometa que finalmente se levanta y alza el vuelo, dando razón de ser a su forma y elementos que la componen. La causa de una carta en el bolsillo, de unas palabras, se van revelando a lo largo de los capítulos, encajando todo como una labor de punto de cruz. Maestría absoluta del bordado, dominio total de los recursos.

(Después de esta novela magnífica, vino el pinchazo en hueso que ha representado mi primer Coetzee "En medio de ninguna parte", insoportable un texto como éste, hiperelaborado y de un rebuscado vocabulario donde no falta el badulaque y el añublo. Abandoné en la página 80.)
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(*) Coppelius mantiene el blog del silente Signor Formica:
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lunes, diciembre 21, 2009

Movilgrafías: Necesidades


Los munícipes del pueblo, siempre abnegados en su diaria labor, siempre atentos al bien social, habilitaron este edificio para remediar los apretones que tanto de aguas menores como mayores, asaltan al viandante en los momentos más intempestivos. Lo que llama la atención, lo que singulariza al establecimiento es el bello título en azulejo al que se acoge: “Kiosco de Necesidad”. Título que lejos del vulgar “Servicios públicos” o del sintético e impersonal “WC”, parece indicar que allí dentro, aparte de remediar la más insoslayable necesidad por antonomasia, se facilita al usuario, por lo de kiosco, un periódico, revista o tebeo para amenizarle la evacuación.

El concepto nos acerca al Quevedo del dorado siglo donde, efectivamente, los retretes colectivos eran conocidos como “las necesarias”. Así lo preguntaba su Buscón:

“Diome gana de descomer aunque no había comido, digo, de proveerme, y pregunté por las necesarias a un antiguo […]”

Por todo ello, por tan ilustres ecos y esforzado trabajo, solicito el público reconocimiento para estos concejales instruidos y bien hablados.

viernes, diciembre 18, 2009

Boligrafia 2


En medio de la conversación telefónica mantenida ayer con mi amigo M., en la que me notificaba el fallecimiento de su padre y me indicaba el número y situación de la correspondiente sala en el tanatorio, surgió esta boligrafía donde campea, solitario y abierto hasta el espanto, un ojo.

Lo que no se nos revela es si la boligrafía representa nuestra mirada perpleja ante la muerte, o por el contrario, es éste el propio Ojo de la Muerte, el que nos escruta y nos pone sobre aviso de sus turnos inexcusables.

miércoles, diciembre 16, 2009

Ritual de la tostada

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Si la ceremonia del té se desarrolla por las tardes, el ritual de la tostada pertenece a la mañana. Su prolija liturgia se despliega, claro está, en el bar, durante el desayuno, llegando a concitar el interés tangencial de muchos parroquianos, quiero decir, que son muchas las miradas de reojo que observan con disimulo mis manipulaciones. A continuación, y con abundante apoyo gráfico, trataré de explicar las distintas fases de que se compone el proceso.


Por supuesto todo comienza por el estado primigenio, esto es, la presentación en el plato de la media tostada (pan integral) que corresponde a la imagen nº1. El resto de fases siguen de esta manera:
2) Aplastamiento de la tostada con la mano izquierda, ejerciendo presión de abajo arriba y en sentido longitudinal.
3) Trinchamiento de la misma aunque tomando la precaución de que los distintos cortes no sean completos para facilitar así la ejecución de la fase…
4) Retirada de la servilleta de papel sobre la que descansa el pan. Esta operación debe efectuarse para evitar que la misma se empapuche de aceite, circunstancia definitivamente molesta.
5) Generoso baño de aceite de oliva virgen extra de origen, según informa la camarera, estepeño.
Finalmente, proporciono al curioso la vista nº 6, estado penúltimo de la tostada antes de ser consumida por completo. Aclaro que las porciones se mojan en café de manera alterna a modo de deshoje de margarita, o sea, tira sí, tira no; aunque esto sólo ocurre los lunes, miércoles y viernes.

A la vista de la liturgia, personas de orden me han llegado a parar en la calle y tras desombrerarse y estrecharme con efusividad la mano, me declaran:
—Señor Sap., debo confesarle que me hice cliente de este bar por el sólo hecho de contemplarle como oferente de la disciplinada operación a que somete su diaria tostada.
Ante confidencias así, un prurito de orgullo me esponja. Y es que si no fuera por estos pequeños detalles, por la sonrisa de un niño, por el olor a tierra mojada… ¿sería vivible la vida, pregunto?
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lunes, diciembre 14, 2009

Pasatiempo

Siguiendo las pautas del clásico juego de los 7 errores, proponemos en esta ocasión la modalidad contraria, o lo que es lo mismo, la que trata de que una vez provisto Ud. de lápiz o bolígrafo, encuentre las 0 (cero) diferencias entre las imágenes expuestas.

viernes, diciembre 11, 2009

Maravillas del Mundo, 4



"Un éxito del futuro"

Cualquier artilugio capacitado para escribir nunca es inocente, así lo dejó dicho Muñoz Benavides. Un lápiz, una estilográfica, una simple tiza, ya contienen el germen del desorden y la revuelta. Ni que decir tiene que si además el artilugio en cuestión toma forma de bolígrafo y alberga en su interior una navaja, la inocencia, por mucho que se empeñe el publicista, es a todas luces inviable, un eslogan, un truco de márquetin.

Pero fuera de estas consideraciones, el éxito de este bolígrafo-navaja como objeto de regalo en las Navidades de 2035 fue clamoroso, aunque culpable posteriormente de haber aumentado el índice de criminalidad de nuestra amada patria en un 300% (datos de la Policía de Gestión Ciudadana). Un simple ejemplo resulta esclarecedor. Si en Nova Toledo, la ciudad más populosa del Sector 4 Manchego, se produjeron 26 apuñalamientos en 2034, un año más tarde, esto es, el de la aparición en la venta por catálogo del celebrado bolígrafo-navaja, el número de asesinatos se elevó a casi 8.000, siendo especialmente llamativo que las muertes por heridas inciso-punzantes se produjeran mayormente entre estudiantes y empleados de banca.

Al éxito de ventas ayudó por supuesto el audaz diseño del artefacto y como no, el asequible precio, 775 neokópecs, que muchos padres consideraron al alcance de sus bolsillos, haciendo frente a los onerosos precios de las bicicletas. Los adolescentes así agasajados se mostraron contentos con sus progenitores, atenuando su natural rebeldía durante unos meses y suavizando el nivel de sus comportamientos tiránicos para con sus mayores. Mantenerlos felices pagando el costo de los delitos, mereció sin duda la pena. Buen año aquél de 2035.

© Sap.
es.humanidades.literatura

miércoles, diciembre 09, 2009

Experimentos con la suerte


He decidido con firmeza que pisar este círculo de madera —en realidad, los restos de un viejo poste eléctrico o telefónico cortado a ras de acerado— me proporcionará buena suerte y protección a lo largo del día y, por el contrario, que si lo eludo al tomar por causa de fuerza mayor otra ruta en mi pedrestre camino laboral, se abatirán sobre mí toda clase de desdichas.

Lo curioso, lo extraordinario, es que nada de esto parece funcionar de forma lógica. Quiero decir, que no noto especial influencia en el devenir diario tanto si piso el círculo como si no lo piso, independientemente además si lo hago con el pie izquierdo o con el pie derecho. Es más, en muchas ocasiones, lances de buena suerte (como puede ser estrenar una tarrina de Tulipán en el desayuno del bar) se presentan cuando tomo un camino alejado del círculo y que en cambio, cuando lo he pisado con convicción, he advertido incordios como pueden ser unas repentinas ganas de mear.

Sospecho, por tanto, que el círculo de madera no ejerce especial influencia en una existencia tan emocionante como la mía, lo que me lleva a considerar no sin horror que su naturaleza no es de amuleto sino de zahír borgiano y que su imagen persistente y perpetua me turbará de por vida.

Sea como fuera, sigo pisando el círculo.

miércoles, diciembre 02, 2009

"Si esto es un hombre" Primo Levi


En 1944, Primo Levi, judío, turinés, químico e inexperto partisano, fue detenido por la milicia fascista, entregado al ejército alemán y posteriormente internado en el Lager (campo de trabajo) de Buna-Monowitz, dependiente del distrito de Auschwitz en Polonia. Allí permaneció diez meses. Fue uno de los 20 supervivientes de su grupo de 650 judíos italianos. Su experiencia la narró en una trilogía de la que "Si esto es un hombre" (1956) es la primera parte. Las otras dos son "La tregua" (1963) y "Los hundidos y los salvados" (1986).

"Si esto es un hombre", aunque publicada como digo en 1956, fue escrita en realidad diez años antes. Posteriormente (1976), la edición se amplió con un compendio de respuestas a las preguntas más frecuentes que dirigieron a Levi los asistentes a sus charlas y conferencias. Esta edición es la que servidor ha leído.

Bien.

Llegados a este punto debo reconocer que el tema me desborda, que me siento incapacitado para reseñar una crónica de estas características. Por lo tanto, solicito la ayuda de los cientos de reportajes, películas, fotografías, entrevistas, etc. etc. que hemos visto y escuchado hasta la saciedad. ¿Los tenemos en mente? Bien, pues esto es lo que cuenta Primo Levi. Quiero decir que en su novela/crónica no vamos a encontrar nada que ya nos sorprenda ni, tal vez, nos apabulle. Su originalidad, a mi juicio, consiste en lo templado de la narración, algo realmente meritorio cuando se está describiendo el infierno de los hombres. De hecho, no atiende a razones bélicas ni políticas, incluso a veces se muestra exculpatorio. Se limita a analizar el comportamiento de nuestra especie cuando se ve desprovista de convencionalismos sociales y el individuo queda reducido al estado de ganado. A Häftling, a hombre-animal.

Todo este proceso será minucioso y pensado hasta el último detalle. Por eso se comprende que aunque, paradójicamente, todo en el Lager (aparte de lleno de eufemismos) es gratuito: la ropa, la comida, la medicación, nada de ello se adquiere con facilidad. Un ejemplo es el del mercado negro de cucharas. Obtener una cuchara cuesta privaciones, turnos de trabajo, raciones de comida; pero hasta que no lo comprendas, comerás como un perro (cuando el campo se liberó había cientos de miles de cucharas almacenadas). Por otro lado, todo se puede robar pero, a la vez, no existe conciencia de robo. Levi, en este caso, divide a los hombres en dos categorías bien distintas: los salvados y los hundidos. Nada más. Otras parejas de contrarios, los buenos y los malos, los sabios y los tontos, los cobardes y los valientes, los desgraciados y los afortunados, son bastante menos definidas, parecen menos congénitas, y sobre todo admiten gradaciones intermedias más numerosas y complejas. En cambio, si sorprende, que en el Lager haya prisioneros felices, perfectamente adaptados. Pese a todo, Levi no cree en la más obvia y fácil deducción, que el hombre es fundamentalmente brutal, egoísta y estúpido, tal y como se comporta cuando toda superestructura civil es eliminada, y es que el Häftling no es más que el hombre sin inhibiciones. De la misma manera, el Lager no es un castigo ya que para los Häftling no se prevé un término, y el Lager no es otra cosa que un género de existencia a ellos asignado, sin límites de tiempo, en el seno del organismo social germánico.

Una anécdota. En el insoportable babel de lenguas, también se escucha el español; pero no por parte de internos españoles, que no había en la Buna, sino por el cohesionado (y temido) grupo de los sefarditas de Salónica. A estos tipos no había quién les chistara.

Tras las amplias dosis de crudeza, señalo algo que me dejó muy mal sabor de boca. En sus respuestas en el epílogo del libro, Primo Levi, llega a mostrar cierta simpatía exculpatoria por el régimen soviético, a suavizar el gulag frente a los campos nazis.
Y para terminar, que ya es hora, copio dos fragmentos de texto que creo podrían aplicarse universalmente en todo tiempo y lugar, algunos bastante cercanos, por cierto:

"La mayor parte de los alemanes no sabía porque no quería saber o más; porque quería no saber. En la Alemania de Hitler se había difundido una singular forma de urbanidad: quien sabía no hablaba, quien no sabía no preguntaba, quien preguntaba no obtenía respuesta. De esta manera el ciudadano alemán típico conquistaba y defendía su ignorancia, que le parecía suficiente justificación de su adhesión al nazismo: cerrando el pico, los ojos y las orejas, se construía la ilusión de no estar al corriente de nada, y por consiguiente de no ser cómplice de todo lo que ocurría ante su puerta."

"Hay que desconfiar, pues, de quien trata de convencernos con argumentos distintos de la razón, es decir de los jefes carismáticos: Hemos de ser cautos en delegar en otros nuestro juicio y nuestra voluntad. Puesto que es difícil distinguir los profetas verdaderos de los falsos, es mejor sospechar de todo profeta: es mejor renunciar a la verdad revelada, por mucho que exalten su simplicidad y esplendor, aunque las hallemos cómodas porque se adquieren gratis. Es mejor conformarse con otras verdades más modestas y menos entusiastas, las que se conquistan con mucho trabajo, poco a poco y sin atajos por el estudio, la discusión y el razonamiento, verdades que pueden ser demostradas y verificadas."

Chimpón.