En estos días de incesante temporal aproveché la (hasta hace poco inimaginable) ventaja de llevar en el bolsillo un móvil que hace fotos, para registrar la imagen de todo paraguas destrozado por la lluvia y abandonado en la calle por su dueño que me saliera al paso. Hasta el momento he conseguido capturar más de veinte. ¡Gracias, tiendas de chinos!
Con ellas pensaba ilustrar alguna entrada dedicada a Paul Auster, escritor para el que el paraguas desvarillado, desentelado, es un símbolo recurrente en toda su narrativa.
Mas para mi sorpresa, y de manera indirecta a través del blog de MJ, compruebo que esto de los paraguas abandonados es ya hasta un subgénero fotográfico al que llaman "Sad umbrellas", paraguas tristes de los que aquí hay una buena muestra: http://www.flickr.com/groups/sad_umbrellas/
Sin pretenderlo, ya formo parte de esta hermandad de la desolación que acoge al paraguas roto como la más amarga metáfora de la que se tiene noticia.
5 comentarios:
Paraguas rotos... a mí me vas a contar, hasta un libro!!! jajaja
En Nepal luché contra viento y marea (nunca mejor dicho), y al llegar a la posada donde dormíamos, terminé de doblar mi paraguas (eso de llevarlo al revés por el viento te hace sentir bastante gilipollas...), más calada que la calle, con un incipiente cabreo... y allí, en la entrada me encontré con un tipo que me hizo señas alarmadísimo para que no lo terminase de romper. El tipo iba cargado de alambres, tela, historietas varias... vivía de arreglarlos y revenderlos. Te juro que logró recomponer el infierno y no sé cómo... cómo somos...
¿Hasta un libro? ¿Qué libro?
lo que más gracia me hace a mí es ver varios paraguas metidos en una misma papelera. seguro que así se sienten menos tristes.
¡Paragüeeeroooo, lañaooor!
Esos paraguas negros y rotos
caidos en el suelo son
los murcielagos muertos
en los días de agua y viento
tras batalla desigual; son
vestigios de la Armada Invencible:
toda una paradoja.
Ángeles caídos por la soberbia.
Daños colaterales, en esta lucha, permanente, contra los elementos...
que es la vida.
¡Ah!
porque menudos elementos nos aquejan.
Podrían ser una metáfora de nosotros y encontrarnos reflejados por ellos y su suerte,
como una premonición.
GatoFénix
NO sabia lo de Paul Auster. Lo encuentro muy propio. Un libro que lei de él me pareció proveniente de un ser insoportable con oficio, pero al fin de un espíritu mezquino. Quiera Dios que me equivoque.
Muy propio lo del paragüas roto.
GatoFénix
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