sábado, octubre 17, 2009

"Viaje en autobús" Josep Pla


Mi interés por leer este "Viaje en autobús" de Josep Pla arranca de hace muchos años, de cuando leí un libro de vagabundajes de Cela (no recuerdo cuál) que se abría con una cita de la obra del ampurdanés: "Viajando en autobús el vuelo es gallináceo". Qué exactitud, eh. A mi entender, Josep Pla fue uno de los mejores prosistas del siglo XX español. Leerlo, tanto traducido de su catalán materno como en castellano original, es una delicia para los sentidos, en especial cuando su trabajo, como en este caso, consiste en gran parte, en describir paisajes teniendo a la comarca (al país, como él dice, y no es perogrullada recordar que paisaje viene de país) como medida de todas las cosas. Confieso por otra parte que a mi gusto por las causas perdidas, los esfuerzos baldíos y el actuar por amor al arte, se une la afición por las novelas en las que nunca pasa nada, algo que con todo merecimiento puede decirse de este "Viaje en autobús" donde hasta los escasos traslados en el vehículo son lentos, apacibles, justamente gallináceos.

Pero veamos. En "Viaje en autobús", escrito entre 1941 y 1942, o sea, en plena hambruna postbélica, el viaje es lo de menos. De hecho, no se trata de un único viaje lineal sino de varios cortos trayectos realizados a lo largo de un año y que lo llevan desde su Ampurdán natal a la comarca llamada de la Maresma (el Maresme). En el camino, tanto en el autobús, pero sobre todo en los pueblos que visita, se irá cruzando y describiendo los más interesantes tipos, desde los organizados estraperlistas a muchachas que se dirigen a un baile, de hambrientos que admiran un patatal a personajes de cierto relieve cultural. Para el dibujo de todo ello utiliza su prosa exacta, limpia, irónica, de frase corta y de adjetivos —especialidad de la casa— perfectamente colocados y ajustados. Un breve ejemplo, la evocación del maestro Vives, el famoso compositor:

"Íbamos al café. El maestro Vives veraneaba en el pueblo, donde tanto se le quería. Sentado en una silla, curvadas las enormes espaldas, abiertas las piernas, los brazos largos y fuertes apoyados en el pomo del bastón, parecía con su cara ancha, llena, de pómulos enormes, la boca sensual, las orejas peludas, de color terroso, un chimpancé agarrado al tallo de un arbolillo."

Pero sobre estas descripciones de tipos o costumbres o sucesos, se encuentra como digo la pintura del paisaje, tanto el natural como el del campo cultivado. Aquí es donde creo que Pla alcanza los mayores niveles estilísticos, donde hace que su pequeño país mediterráneo estuviera acabado de visitar y cantar por Virgilio y Horacio. El conjunto de sus párrafos, recuperadores de colores y olores infantiles (prueben a leer el libro en estado de suave duermevela), me recuerda con mucha viveza el cuadro famoso que Joan Miró vendió a Hemingway titulado "La masía" y donde todo es también ordenado, bello y sereno. De todas formas, su canto se dirigía a un mundo que ya en aquellos años empezaba o había dejado de existir... y el hombre sin tener ni idea de lo que le vendría luego encima con el desarrollismo, la emigración, el turismo y hasta el landismo. Tal vez por ello, el final del libro se convierte en una queja (Pla era un payés leído y conservador, preocupado por el dinero) que pregona la vuelta al campo, en un beatus ille que abomina de los ferrocarriles, los aeroplanos, las radios y los cinematógrafos. Mientras tanto, mientras llega a estas conclusiones, Pla divaga y habla de las setas y sus preparaciones, de la becada y las butifarras o de las sardanas de Pep Ventura, sin dejar de mostrarse lleno de ironía (fina ironía pero mordaz) y utilizando de continuo las calidades pictóricas de su prosa. Mirad, mirad qué bonito:

"La tarde se ha ido deslizando lentamente, como una gota de claro aceite dorado descendiendo por un plano de inclinación muy suave."

Así. Es todo así en "Viaje en autobús" como dije, lento, suave, sin que falte un humorismo descreído, del que se sonríe por un solo lado de la boca, como en este greguerizante ejemplo que muestra su desdén por las fotos: "Si hay dos cosas distintas son dos fotografías de un mismo ser humano realizadas con minutos de diferencia".

Para terminar y no cansar, diré que "Viaje en autobús" está escrito en un castellano donde, como es natural, abundan los catalanismos, algo que, como es natural también, lo enriquece hasta alcanzar niveles de extrema belleza. Por mi parte tuve la suerte antes de ponerme a leer (y es práctica que recomiendo) de revisar en el Tubo la larga entrevista televisiva del año 1976 que es tan interesante como prescindible es el nefasto entrevistador. El efecto que produjo es que fue la propia, la física voz de Pla la que me narró su obra. Tanto si van a leerla como no, recomiendo que escuchen sus intervenciones. Esta es la primera de sus nueve partes:
http://tinyurl.com/muk8ye
¡Ah!, y el cuadro: http://tinyurl.com/ks4n5f

7 comentarios:

Alejandro Castroguer dijo...

Has despertado mi interés por esta obra. Y es que además de ser muy de SciFi, me gustan mucho los libros de viaje. Y éste promete. Lo buscaré.

Gracias por el aviso. Yo te recomiendo a cambio "Viajes con Charley, en busca de América" de John Steinbeck, para mí el mejor libro que leí en el año 2007. Fantástico.

Saludos.

Fundació Josep Pla dijo...

http://fundaciojoseppla.cat/content/view/208/37/lang,ca/

Anónimo dijo...

Ahora me acuerdo que en el blog de AMM ya nos dejaste una vez el link de uno de los vídeos de la entrevista a Pla.
Eres un artista hasta para escribir reseñas de libros. Pero puestos a llevar la contraria, no creo que Pla abomine del progreso en el libro ni que idealice el campo. Me quedó otro sabor de boca al terminar el libro. Más bien era algo así como que sólo con las fachadas del progreso: ferrocarril, hijos de los campesinos convertidos a estudiantes, cinematógrafos, etc, sólo con esa fachada, no se progresa.
Y creo que le doy la razón.

ayyyyyyyyyyyyy, pero cómo me gustaron muchos pasajes del libro relacionados con los paisajes y los placeres más humildes. Ajín, esos salmonetes y los caracoles!, Qué tesoro de textos!.

Un besote,
Vane

Anónimo dijo...

Ah,

El libro será muchas cosas, pero lo que sí que no me ha parecido es un libro sobre La Guerra Civil????. No se dice en esta entrada, se lo he leído citar a un par de personas hoy, al hablar de libros de la guerra.
Tampoco alude apenas a la postguerra, o sí? Si lo hace, desde luego, no lo he sabido ver.

Chipún por hoy :-)

Vane

María José dijo...

Hace tiempo leí esta entrada y despertó mi curiosidad sobre el libro.
Os dejo el link de mi entrada al blog sobre la obra de Josep Pla.
http://rimelporlibro.blogspot.com/2012/01/viaje-en-autobus-josep-pla.html
Un saludo

Anónimo dijo...

Caballero, sepa Ud. que voy a estrenar el invento lutrónico con este librito cuya reseña suya de usted tuvieron a bien enlazar desde la misma fundación Josep Pla (según veo con alborozo). La reflexión sobre la fotografía ha sido definitiva.

Un beso obeso ;-)

Osvaldo dijo...

Me gusta poder conocer los diversos medios de transporte tanto actuales como del pasado y poder conocerlos a ellos. Cuando voy a otra ciudad me gusta poder disfrutar de ver como se moviliza la gente. Cuando logro llegar a otro país gracias a Outlet LAN veo de que forma puedo movilizarme dentro de ese lugar