lunes, febrero 08, 2010

Placeres Mundanos

"Conozca Grecia por 10 euros"

El plato de esta ocasión es una moussaka, comistrajo griego que, en resumen, se trata de alternar capas de berenjenas con una picada de carne, cubrir con bechamel y queso y hornear. Para realizar esta receta he partido del campamento base que propone el siempre ameno y efectivo chef del YouTube, El Cocinero Fiel (a partir de ahora ECF):
http://www.youtube.com/watch?v=-i2-NpJ6vZU
Bien. Una vez visto el Tubo al que remite el enlace, entiendo que es perfectamente prescindible que el curioso continúe con mis explicaciones. Pese a todo y si aún persiste en ello, iré a lo mío.

—Lo primero que hay que hacer al preparar esta receta es cortar en lonchas longitudinales de 1 cm de espesor las berenjenas. Para quitarles el amargor seguí el método de ECF, o sea, salar las rodajas y dejarlas en posición vertical durante una hora para que rezuman su ponzoña. (Fig. 1)

—A la vez prepararemos un sofrito de cebolla y un par de dientes de ajo (fig. 2). Cuando la cebolla se ponga transparentosa, reservaremos y en el mismo aceite empleado, freiremos la carne picada (mitad cerdo mitad ternera) a la que aparte de salpimentar añadiremos un poco de tomillo, orégano, hierbabuena y un palito de canela que luego retiraremos (fig. 3)

—En otro cazo, claro, preparemos una bechamel. Aquí, este cocinero que tanto os ama, la hizo con margarina, mantequilla, harina de repostería y leche semidesnatada. Se bate todo, añadiendo la leche poco a poco, sin dejar que hierva y en previsión de grumos. La aderezamos con sal, pimienta y unas ralladuras de nuez moscada. Posteriormente a esta bechamel le añadiremos dos huevos batidos.

—Una vez acondicionada la carne que teníamos en la sartén, la regamos con una copita de vino blanco. Cuando reduzca un poco añadimos el tomate natural triturado y dejamos tranquila la mezcla, removiendo de vez en cuando. Rectificamos de sal y ponemos una pizca de azúcar.

—Seguidamente lavamos las rodajas de berenjenas en abundante agua fría y las secamos con papel de cocina. Las freímos en abundante aceite (fig. 4) Una vez fritas y a temperatura manipulable, pasamos a preparar el plato en sí. En este caso elegí cuatro cazuelas individuales de barro. Craso error porque al final me quedé sin berenjenas suficientes para cubrir, por lo que esta moussaka puede subtitularse “moussaka cortita con sifón”. Pero a pesar de ello adelanto que el resultado fue espectacular.

—Bien. En el fondo de la cazuela, de la fuente o de lo que sea, ponemos una capa de estas berenjenas fritas. Encima añadimos la entomatada carne picada, cubrimos con otra capa de berenjenas e inundamos la superficie con la bechamel a la que, recuerden, hemos añadido los huevos. Para terminar ponemos queso rallado, en esta ocasión un filatto especial para gratinar, pero como enseña ECF, cualquier cosa puede sustituirse por otra. Y es que, ¡ay!, nadie ni nada es imprescindible, amigos. (fig. 5)

—El resultado, después de hornear el preparado a 150 grados durante 45 minutos, es esta vistosa maravilla que complació hasta las lágrimas de agradecimiento a todos cuanto tuvieron la dicha de fagocitarla.

2 comentarios:

Óscar Maif dijo...

La próxima receta, por favor, se la graba en vídeo y la sube a youtube. Sería interesante que mientras explica la elaboración del plato impostase usté un acento vasco, que le daría un mayor empaque gastronómico.
;-)

Anónimo dijo...

podrías dar las cantidades a utilizar? Gracias.