jueves, septiembre 14, 2006

Cuando la rubita era morenita


Me refiero, claro está, a Blondie, la deliciosa Blondie que años después se enrrolló con un maromo que dicen que tenía el corazón de cristal, en vez de haberse enrrollao conmigo que es lo que debió hacer la maldita.

:-(

1 comentario:

f g m dijo...

Que buen par de buenas razones para que no te importe el color del pelo!

Mc